Un melanoma es un cáncer de piel que puede originarse a partir de una lesión pigmentada (nevus, lunar) ya existente o simplemente aparecer sobre la piel sana.
Cada año se diagnostican en Europa aproximadamente un millón de nuevos casos de tumores cutáneos, y en los últimos años el porcentaje de melanomas ha aumentado de forma significativa.
Su diagnóstico precoz facilita el tratamiento y curación, pero en estadios de evolución posteriores puede extenderse a otros órganos del cuerpo, lo que se conoce como metástasis, disminuyendo considerablemente las posibilidades de curación.
En sus fases iniciales, muchas de estas lesiones son de difícil diagnóstico. Aquí interviene la Microscopía de Epiluminiscencia Digitalizada (MEPLD), ya que es un método no invasivo que permite aumentar la precisión diagnóstica y llevar un registro de imágenes de cada lesión.